PROCRASTINACIÓN

La palabrita se las trae (¿¿procarstinación, porcastrinación??), yo hasta hace poco más de un mes no sabía ni que existía, pero cuando me lo contaron me pareció realmente interesante.

Procrastinar es como el “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” pero en versión moderna. Tú dejas pasar el tiempo ocupándolo en algo cuando realmente sabes que tienes que hacer otra cosa.

Algún ejemplo: “Me voy a sentar aquí tranquila un ratito a hacer “amigurumis”, pero ya luego voy y hago ese coñazo de escrito al ayuntamiento, que sí, que en un momentín lo hago” (esto no se lo dices a nadie, te lo estás diciendo a ti mismo), o “ Vaya, he estado taaaan liada que hoy también se me ha pasado llamar al dentista y pedir cita” ( aunque creo que ésto se acerca más al miedo que a la procrastinación) o lo más común: “Que sí, que sólo voy a echar un ojo al correo, a facebook, al diario de león, a privalia, groupalia y a cuatro blogs que sigo y enseguida me pongo a producir”.

Si. Ya.

Lo malo es que lo que nos disgusta o no nos apetece hacer en éste momento, casi, casi, casi seguro que no va a desaparecer porque pase el tiempo, y encima luego siempre es peor.

Etapas de la procrastinación.

Así que ya sabéis, como dice el nuevo refrán “No procrastinéis hoy ni mañana tampoco”. Yo con lo que seguro no procrastino ésta mañana es con una ducha de “HAMMAN” (si quieres verlo pincha AQUÍ), me deja la piel con un olorcito que mmm…cautiva…